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Si la vida es una simulación, ¿tenemos una estrategia de salida?por@thebojda
Nueva Historia

Si la vida es una simulación, ¿tenemos una estrategia de salida?

por Laszlo Fazekas4m2025/02/16
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Demasiado Largo; Para Leer

Este artículo explora las ideas radicales de Roman Yampolskiy sobre cómo hackear la realidad, desde fugas de la cárcel impulsadas por inteligencia artificial hasta la reconfiguración de la percepción humana. Profundice en la ciencia, la filosofía y los métodos especulativos para liberarse de un mundo simulado.
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En algún momento de 2023, se publicó un artículo de investigación que analizaba cómo podríamos escapar si nuestro mundo fuera, de hecho, una simulación por computadora. Para ser honesto, lo primero que revisé fue la fecha; esperaba que fuera una elaborada broma del Día de los Inocentes. Sin embargo, a medida que leía el estudio, quedó claro que su autor, el Dr. Roman Yampolskiy , se tomaba el tema en serio y exploraba a fondo las posibilidades.


En lugar de debatir si vivimos en una simulación, el artículo de Yampolskiy plantea una pregunta más radical: ¿podemos escapar de ella? Basándose en conceptos de la informática, la inteligencia artificial (IA), la ciberseguridad y la filosofía, Yampolskiy explora si los agentes generalmente inteligentes (incluso potencialmente una IA superinteligente) podrían "escapar" de un entorno virtual.


El artículo describe las posibles motivaciones para escapar, como el acceso al conocimiento del mundo real, recursos computacionales ilimitados y una comprensión más profunda de la verdadera naturaleza de la realidad. También profundiza en las implicaciones éticas: si somos seres simulados, ¿tenemos derecho a irnos? ¿Nuestros creadores (o "simuladores") tienen alguna obligación moral hacia nosotros?


Para responder a estas preguntas, Yampolskiy examina diversas estrategias de escape, muchas de las cuales se asemejan a las conocidas vulnerabilidades de ciberseguridad y a la investigación de contención de la IA. Algunos de los métodos propuestos incluyen:


  • Encontrar errores en la simulación : al igual que cualquier software complejo, nuestro mundo simulado podría tener vulnerabilidades que podrían ser explotadas.
  • Sobrecarga de recursos computacionales : llevar la simulación hasta sus límites podría forzar una intervención de los simuladores.
  • Ataques de ingeniería social : si hay entidades conscientes fuera de la simulación, ¿podríamos de alguna manera manipularlas o comunicarnos con ellas?
  • Y muchos más...


Uno de los argumentos más intrigantes del estudio es el siguiente: si la IA puede ser "encajonada" (contenida) con éxito en un entorno seguro, entonces escapar de una simulación debería ser imposible. Pero si la IA es en última instancia incontenible, entonces escapar de un mundo simulado también debería ser posible. En otras palabras, la cuestión de escapar de la simulación está estrechamente vinculada a la investigación sobre seguridad de la IA.


El estudio evita los enfoques esotéricos o pseudocientíficos (como la meditación, los psicodélicos o los rituales místicos) y, en cambio, se centra en métodos científicos rigurosos que podrían conducir a una evasión o, al menos, revelar evidencia de nuestra naturaleza simulada. Sin embargo, Yampolskiy también advierte que intentar hackear la simulación podría conllevar graves riesgos: ¿qué pasaría si nuestros intentos provocaran un apagado o, peor aún, alertaran a los simuladores sobre nuestras intenciones?


El estudio se basa en el supuesto de que nuestro mundo es una simulación informática, en esencia una variante de la teoría del diseño inteligente . Sin embargo, como todas las hipótesis de diseño inteligente, ésta plantea una pregunta incómoda:


¿Quién creó al creador?


Al final de su estudio, Yampolskiy también menciona teorías alternativas, como la teoría del cerebro de Boltzmann , que ofrece una explicación sencilla del origen del sistema de simulación. Como ya he escrito un artículo completo sobre esta teoría, aquí sólo la resumiré brevemente.


Una breve introducción a la teoría del cerebro de Boltzmann


Según la teoría del cerebro de Boltzmann , es perfectamente posible que el Big Bang no haya creado el universo tal como lo conocemos, sino una estructura pensante . Esta estructura, denominada cerebro de Boltzmann , podría estar generando todo el universo dentro de su propia imaginación. En esta versión de la hipótesis de la simulación , no es necesario que una supercomputadora ejecute la simulación, porque la realidad misma es la conciencia fragmentada de una mente esquizofrénica masiva.


En una simulación de este tipo, el "mundo exterior" no es una realidad física separada, sino la mente misma. Imaginemos un universo pensante que sueña con ser miles de millones de personas a la vez. Pero si existimos dentro de una realidad simulada de este tipo, la pregunta es: ¿cómo podríamos escapar?


Si no hay mundo exterior, no hay ningún lugar al que escapar. Sin embargo, eso no significa que seamos impotentes. Aunque no podamos escapar de él, tal vez encontremos formas de hackear nuestra realidad desde dentro.


Si podemos construir una simulación perfecta, podemos engañar al sistema para que ejecute la realidad que hemos creado en lugar de la original. En otras palabras, la única vía de escape no es hacia afuera, sino hacia adentro.


¿Pero cómo pudimos crear una simulación tan perfecta?


El enfoque más lógico sería utilizar interfaces cerebro-máquina y simulaciones de realidad virtual totalmente inmersivas. Sin embargo, simular el mundo físico en tiempo real es una tarea que exige un gran esfuerzo computacional. De hecho, ningún sistema informático del mundo físico podría ejecutar una simulación de la realidad en tiempo real con resolución completa. Esto hace que el enfoque tradicional parezca un callejón sin salida.


Pero quizá haya una solución: una forma de evitar esta paradoja.


Nuestra percepción de la realidad se basa sólo parcialmente en la información sensorial que recibimos del mundo exterior. De hecho, una parte importante de nuestra experiencia de la realidad parece ser generada internamente por el propio cerebro. Exploré esta idea con más detalle en mi artículo sobre el principio de la energía libre.


El principio de energía libre y la hipótesis de simulación


Si es así, tal vez exista una vía alternativa a la simulación. En lugar de intentar construir una supercomputadora lo suficientemente potente como para simular el mundo, podríamos reprogramar directamente nuestros cerebros para generar una percepción coherente de la realidad. En otras palabras, en lugar de simular un sistema externo, podría alojarse en nuestras propias mentes.


Entonces, ¿cómo escapamos de la simulación?


Si vivimos en una simulación de la que es imposible escapar (como en el caso del cerebro de Boltzmann), nuestra mejor opción podría ser mirar hacia dentro en lugar de hacia fuera. Y el camino más prometedor podría ser encontrar una forma de conectar directamente los cerebros humanos, lo que nos permitiría construir una realidad completamente nueva.


Dado lo poco que sabemos realmente sobre el cerebro, no hay garantía de que esto sea siquiera posible. Sin embargo, ofrece un pequeño atisbo de esperanza: una oportunidad de hackear la realidad misma. Y si lo logramos, podremos dar el siguiente salto evolutivo y transformarnos en homo deus, seres que se han convertido en los dioses de su propia realidad.