Autor:
(1) Angelica Sofia Valeriani, Ética de la Tecnología de la Información, Politecnico di Milano, Milán, Italia.
2 El nuevo imperio del capitalismo de vigilancia
4 Tecnología militar y política
5. Centrarse en los marcos éticos
5.3 Comparación directa entre utilitarismo y deontología
6 Conclusiones, agradecimientos y referencias
El capitalismo de vigilancia es un concepto que describe la práctica de recopilar y analizar cantidades masivas de datos de usuarios con el propósito de realizar publicidad dirigida y otras formas de monetización. El fenómeno se ha vuelto cada vez más frecuente en los últimos años, con empresas tecnológicas como Google y Facebook utilizando la información personal de los usuarios para ofrecer contenido y anuncios personalizados. Otro ejemplo de capitalismo de vigilancia es el uso de tecnología militar para recopilar y analizar datos con fines de seguridad nacional. En este contexto, el capitalismo de vigilancia implica el uso de tecnologías como el reconocimiento facial y el monitoreo de las redes sociales para recopilar información sobre individuos y grupos considerados amenazas potenciales para la seguridad nacional. Esta información luego se utiliza para informar las operaciones militares y la toma de decisiones. Este artículo quiere analizar de manera crítica el fenómeno del capitalismo de vigilancia, propuesto desde dos perspectivas de marco ético diferentes. El utilitarismo, una teoría ética consecuencialista que juzga las acciones en función de su capacidad para generar la mayor cantidad de felicidad o placer para el mayor número de personas, y la deontología kantiana, una teoría ética no consecuencialista que enfatiza la importancia de la autonomía, la libertad y la dignidad individuales. Por un lado, el marco utilitarista ilustra cómo las tecnologías de la información (TI) y las características que ofrecen ofrecen, a primera vista, todas las percepciones positivas para la mayoría de las personas: felicidad, entretenimiento y placer. Por otro lado, el marco deontológico kantiano se centra principalmente en el aspecto de la libertad y el libre albedrío del individuo. Este tema está particularmente relacionado con la concesión de permisos para acceder a los datos a cambio de servicios y el grado de influencia que puede generar la manipulación realizada por el capitalismo de vigilancia.
Para aumentar el consumismo, los negocios de las grandes empresas y el poder de los países, las redes sociales y los partidos políticos están llevando a cabo una forma de manipulación interna e íntima que se encuentra en la idea del Capitalismo de Vigilancia. En este artículo, intentaré mostrar este nuevo fenómeno, que puede realizarse utilizando publicidad dirigida y tecnología militar, bajo dos marcos éticos diferentes, la perspectiva utilitarista y la kantiana. El objetivo es esclarecer las justificaciones e implicaciones de acuerdo con estos diferentes marcos. En particular, comenzaré por definir el concepto de Capitalismo de Vigilancia y la forma en que se percibe en la actualidad. Analizaré en profundidad algunas de las situaciones del mundo real más comunes en las que este fenómeno puede verse en acción, es decir, la publicidad dirigida y la manipulación coercitiva tanto en regímenes totalitarios como en países democráticos. Luego analizaré estos aspectos en relación con los marcos éticos propuestos, por un lado “el fin justifica los medios” y por otro el marco del deber como núcleo, introduciendo otras obras filosóficas como soporte de mi análisis.
El artículo está organizado de la siguiente manera. La sección 2 describirá el capitalismo de vigilancia, definiendo sus características y rasgos importantes. Las secciones 3 y 4 se dedicarán al análisis de la realización del capitalismo de vigilancia en forma de publicidad dirigida y manipulación de personas en los campos político y militar. En particular, se eligieron estos escenarios reales de análisis porque son muy representativos de las principales necesidades de la sociedad actual. Por un lado, la publicidad dirigida representa un incentivo para el consumismo y la posibilidad de realizar fácilmente todos los deseos (por ejemplo, el fácil descubrimiento de nuevos lugares, ocasiones y bienes). Por otro lado, la seguridad social y nacional, que está conectada tanto con la política como con la guerra militar, es un tema al que la gente es muy sensible hoy en día, debido a la increíble facilidad con la que se pueden realizar algunos delitos. La sección 5.1 recuerda estos fenómenos, en particular el de la publicidad dirigida, que está más relacionado con el placer y la diversión, desde una perspectiva utilitarista, después de haber descrito los puntos clave del marco. El apartado 5.2 tendrá el mismo enfoque que el apartado 5.1, aplicado al marco del deber propuesto por Kant y centrándose más en los fenómenos relacionados con el ámbito político, por ser más representativo de los conceptos de responsabilidad y deber hacia las personas y el país. El apartado 5.3 completará el análisis, profundizando en el estudio de ambos fenómenos bajo los dos marcos éticos. También esclarecerá la principal diferencia entre ambos marcos y sus valores, mientras que en el apartado 6 se extraen las conclusiones.
La amplia difusión de Internet ha llevado a la sociedad actual a que el principal medio de generación de riqueza en Internet y a través de plataformas propietarias (como las aplicaciones) sea la vigilancia de la población. Este fenómeno permite aumentar exponencialmente las ganancias de las empresas digitalizadas que tienen el monopolio de la sociedad. La digitalización de la vigilancia ha cambiado radicalmente la naturaleza de la publicidad. Ahora, la implicación del sistema es la ausencia de una privacidad efectiva. Las revelaciones de Edward Snowden en el programa Prism de la NSA de 2013 son un ejemplo del patrón de un estrecho entrelazamiento de los militares con las corporaciones gigantes de Internet. Hay muchos ejemplos de intercambio de datos en parte cooperativo, en parte legalmente coaccionado, como pueden encontrarse en el caso de Microsoft, Google, Yahoo, Facebook y otros. Estas empresas entregaron los datos de decenas de miles de sus cuentas sobre individuos cada seis meses tanto a la NSA como a otras agencias de inteligencia, con un rápido aumento en el número de cuentas entregadas al gobierno secreto [1]. En la práctica, según las revelaciones, la NSA obtuvo acceso a datos de teléfonos móviles procedentes de cientos de millones de estadounidenses y de poblaciones extranjeras, mediante Boundless Informant, Prism y otros proyectos secretos. El objetivo final era sacar provecho de la nueva tecnología militar y crear monopolios globales de Internet más grandes, al tiempo que se expandía el sistema de intercambio militar-digital. En el contexto de la capitalización, un ejemplo de la tendencia que bien representa la estructura centralizada del capital monopolista-financiero en la era de la vigilancia digital lo da la práctica de la “securitización”, que cada vez representa más un mundo dominado por los elementos identificados en [1, 3]. En detalle:
Comercio de derivados financieros
Una red de vigilancia pública y privada
La militarización de los sistemas de control de seguridad
La sustracción de los procesos judiciales del control civil efectivo
La vigilancia puede ser vista simplemente como una colección de técnicas que juntas constituyen potencialmente sujetos de regulación (primera interpretación), así como atención intencional, sistemática y orientada al control social (segunda interpretación). Mientras que los regímenes totalitarios pueden adoptar la segunda definición, viendo la vigilancia como un instrumento para fortalecer su control sobre las personas, los sistemas capitalistas y democráticos pueden valorar más la vigilancia por razones relacionadas con su racionalidad, potencialidades en términos de bienestar y sentido común. En general, debe notarse de todos modos que la vigilancia debe contextualizarse también en sus implicaciones económicas y esto es más que una forma de control social [2]. Uno de los mayores problemas que están conectados con el capitalismo de vigilancia, como también se muestra en los fenómenos centrales del artículo, es decir, la publicidad dirigida y la manipulación coercitiva, es la asimetría en
La distribución del poder que se genera con la recuperación de datos de personas ajenas a este proceso (conocido y discutido a raíz de algunas revelaciones de denunciantes). El peso de este poder se concentra en manos de los actores que tienen acceso y pueden gestionar la información que se recupera [3].
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