Trabajar en un equipo de diseño multicultural puede ser una oportunidad emocionante para obtener perspectivas e ideas diferentes y experimentar diferentes culturas, pero también plantea desafíos únicos para los líderes de estos equipos. Este artículo explorará los desafíos del liderazgo en un equipo de diseño multicultural, ya que pueden ser una de las primeras cosas con las que se puede encontrar un diseñador extranjero al mudarse al Reino Unido.
El campo del diseño implica una estrecha colaboración que, a menudo, es el vínculo entre la gestión de proyectos, el marketing, el diseño y el desarrollo empresarial. Sin embargo, ser líder de un equipo de diseño plantea desafíos únicos a la hora de abordar los sentimientos y las necesidades humanas, y requiere liderar procesos creativos que involucran tanto a la empresa como a la ingeniería en la incertidumbre de los mismos. No solo requiere sensibilidad cultural y adaptabilidad, sino también la capacidad de gestionar la identidad y las emociones. Colaborar con miembros del equipo de diferentes orígenes culturales es más fácil cuando las personas necesitan alcanzar objetivos comunes en su trabajo diario y están creando una atmósfera positiva.
Comprender los aspectos culturales es útil para abordar cuestiones interculturales críticas y mejorar la colaboración entre miembros de equipos de diferentes culturas. Algunas culturas valoran la toma de decisiones por consenso, mientras que otras esperan un liderazgo de estilo de mando y control. Dado que los campos del diseño y la investigación son en gran medida procesos de toma de decisiones, es importante que los líderes consideren las diferencias culturales que afectan la dinámica del equipo. Además, es necesario definir medidas objetivas de éxito y asegurarse de que todos aprendan su valor. Esto facilitará el trabajo conjunto en pos de los mismos objetivos y las diferencias culturales se volverán menos complejas.
Existen cinco dimensiones culturales: distancia de poder, evitación de la incertidumbre, individualismo y colectivismo, masculinidad y feminidad, y orientación a largo y corto plazo. Tener en cuenta estos aspectos permite utilizar diversos métodos de interacción, pero requiere la capacidad de estar abierto a las ideas y opiniones de las personas. Por lo tanto, es necesaria la inteligencia cultural para interpretar gestos y situaciones desconocidos y desarrollar respuestas conductuales adecuadas.
La sociedad británica considera que la desigualdad entre las personas debe reducirse al mínimo. Si bien existe un sistema de clases establecido e histórico, éste expone una de las tensiones internas de la cultura británica: la importancia del título de nacimiento, por un lado, y la creencia profundamente arraigada de que el lugar de nacimiento no debe limitar lo lejos que se puede llegar en la vida. El sentido de juego limpio lleva a la convicción de que todas las personas deben ser tratadas por igual.
En los equipos de diseño británicos, con un mercado político y financiero más estable, se hace más hincapié en las habilidades analíticas de los líderes y en la capacidad de adaptarse a los diversos códigos culturales de personas de diferentes países. El desarrollo de competencias interculturales puede ser una buena habilidad para abordar todas las variedades de diversidad. Dichas competencias permiten aumentar la productividad de los equipos de diseño multiculturales y también fomentar la atmósfera de respeto al demostrar comprensión y valoración de las diferentes creencias y valores de las culturas subjetivas. Esto puede ayudar a proporcionar acceso a la experiencia cultural diferente de otras personas y permitir la adaptación mutua.
Al combinar los recursos de liderazgo positivo con las capacidades de resiliencia, un líder puede ser más empático y responder con flexibilidad a las circunstancias desafiantes. En última instancia, las personas son el activo más importante del equipo. El trabajo de los líderes es sacar lo mejor de las personas; hacer que se apasionen más por los valores compartidos al cuidarlas y, como resultado, los seguidores intentarán hacer lo mejor que puedan por el equipo.
La falta de comprensión de las cuestiones interculturales afecta a todos los aspectos del trabajo dentro de un equipo de producto, desde el desarrollo y la investigación de las necesidades de los usuarios sin tener en cuenta los gustos y las preferencias culturales locales, hasta la formulación de una estrategia y su implementación. Desarrollar relaciones interpersonales con los empleados locales es una forma de entender la dinámica de un país en particular.
Una de las formas en que un diseñador puede desarrollarse como líder es a través de la reflexión, que puede adoptar muchas formas diferentes, como el diálogo interno, la elaboración de bocetos y la participación de la comunidad de profesionales en la reflexión en acción. Sin embargo, es importante crear un entorno psicológicamente seguro animando a los miembros del equipo a participar en la reflexión en el trabajo, ya que este proceso puede requerir la interacción con otros para recibir retroalimentación.
Experimentar emociones positivas cambia los límites de nuestra mente y afecta nuestra salud física y mental, nuestro entorno y nuestro bienestar general. La apertura de nuestra mente y nuestro corazón produce la calidez de las emociones positivas y ayuda a los líderes a ver la humanidad común con los demás. Al crear una atmósfera positiva, un líder puede cambiar las perspectivas de las personas, lo que amplía su alcance mental y aumenta su conciencia. Es especialmente importante en un campo creativo donde las personas necesitan generar una gran cantidad de ideas. Cuando están felices, pueden ver más, por lo que las emociones positivas expanden los horizontes de la conciencia y brindan nuevas oportunidades.
Reunir a personas con diferentes experiencias y orígenes culturales brinda la oportunidad de analizar las cosas desde una variedad de perspectivas y encontrar soluciones alternativas. Lidiar con este tipo de dinámicas dentro de un equipo resalta el importante papel de los líderes, especialmente cuando se trata de la confianza y la seguridad psicológica. La seguridad psicológica se refiere a la percepción de que las personas se sienten cómodas siendo ellas mismas y que pueden expresarse y emplearse sin temor a consecuencias negativas para su autoimagen, estatus o carrera. Si no se genera y desarrolla confianza, cooperación y se mejoran las relaciones entre miembros de diferentes culturas, un equipo no podrá alcanzar sus objetivos.
Algunos factores pueden causar estrés en un equipo multicultural. Uno de ellos es estar lejos de casa y de la familia. Un buen líder con una gran inteligencia emocional y cultural puede ayudar a los miembros del equipo a adaptarse proporcionándoles información sobre los valores y las normas locales y ayudándolos a desarrollar relaciones interpersonales entre culturas.
Un líder con emociones positivas puede permitir que los demás ignoren las diferencias raciales y culturales, identifiquen a individuos únicos más allá de las fronteras raciales, vean las diferencias más allá y luchen por la unidad. Si el líder evoca emociones positivas, las personas se vuelven más confiadas y llegan a soluciones beneficiosas para todos en las negociaciones. En general, cuando las personas experimentan emociones positivas, les permite ver el panorama general y las formas más amplias de interconexión. Un líder que comparte emociones positivas tiene más probabilidades de inspirar y motivar a su equipo, construir relaciones sólidas y tomar buenas decisiones. En un ambiente así, es más fácil crear una cultura de cooperación y crecimiento. La combinación de recursos de liderazgo positivo y capacidades de resiliencia organizacional contribuyen a la prosperidad de los equipos. La comunicación positiva ayuda a proporcionar retroalimentación correctiva y de apoyo y alivia los conflictos disfuncionales, ayudando a evitar la actitud defensiva y la devaluación. Es importante crear una cultura dentro del equipo que refleje honestidad, comunicación abierta y un ambiente de respeto como valores fundamentales que se aplican en la vida cotidiana.
Liderar un equipo de diseño multicultural en un nuevo país requiere no solo sensibilidad y adaptabilidad cultural, sino también la capacidad de gestionar identidades y emociones. Cuando las personas necesitan alcanzar objetivos comunes en su trabajo diario y crean un ambiente positivo, resulta más fácil colaborar con miembros del equipo de diferentes orígenes culturales.
Las diferencias culturales se pueden superar estudiando a las personas, sus experiencias y los nuevos aspectos culturales. Aprender sobre las diferencias culturales, los estilos de gestión y las interacciones en equipo será la estrategia más eficaz para que un líder de diseño se adapte a la situación y cree una comunicación productiva con los miembros de su equipo. Esta táctica requiere la capacidad de ser positivo, flexible y abierto.