paint-brush
¿Están China y Estados Unidos inmersos en una carrera hacia el Armagedón de la IA?por@allan-grain
Nueva Historia

¿Están China y Estados Unidos inmersos en una carrera hacia el Armagedón de la IA?

por Allan Grain4m2025/02/21
Read on Terminal Reader

Demasiado Largo; Para Leer

La carrera entre China y Estados Unidos por dominar la inteligencia artificial (IA) no es solo una cuestión de supremacía tecnológica o proyección de poder global: amenaza la seguridad nacional y constituye un riesgo existencial. Ambos países están desarrollando agresivamente un ejército impulsado por la IA, con capacidades mejoradas. El país que aproveche primero la IA tendrá la ventaja en conflictos futuros.
featured image - ¿Están China y Estados Unidos inmersos en una carrera hacia el Armagedón de la IA?
Allan Grain HackerNoon profile picture
0-item

La carrera entre China y Estados Unidos por dominar la inteligencia artificial (IA) no es sólo una cuestión de supremacía tecnológica o proyección de poder global: amenaza la seguridad nacional y constituye un riesgo existencial. Ambas naciones están desarrollando agresivamente un ejército impulsado por IA, con capacidades mejoradas. Hoy, la competencia se está acercando rápidamente a lo que los expertos temen que pueda convertirse en una crisis global impulsada por la IA .


Cada vez es más evidente que la IA es el campo de batalla del futuro. Tanto China como Estados Unidos reconocen que quien lidere la IA no sólo dominará en el plano comercial, sino que también establecerá las condiciones geopolíticas para el futuro orden mundial.


La IA será el principal motor de la productividad económica y la actividad militar en las próximas décadas. El país que pueda automatizar industrias, optimizar las cadenas de suministro y crear nuevos paradigmas tecnológicos controlará la economía global.


Las armas autónomas impulsadas por IA, la guerra cibernética y la recopilación de información están redefiniendo la estrategia militar. La nación que aproveche primero la IA tendrá ventaja en los conflictos futuros.


La capacidad de la IA para monitorear, predecir e influir en el comportamiento humano ya se está utilizando para reforzar el control sobre las poblaciones. China ha sido pionera en la vigilancia impulsada por IA, mientras que Estados Unidos está integrando la IA en operaciones cibernéticas y de inteligencia a una escala sin precedentes.


China ha situado a la IA en el centro de su estrategia nacional de desarrollo. En 2017, Beijing anunció un plan para convertirse en el líder mundial en IA en 2030, invirtiendo miles de millones de dólares en investigación, fomentando el emprendimiento en IA y aprovechando los enormes conjuntos de datos generados por su vasto aparato de vigilancia.


China tiene una ventaja. A diferencia de Estados Unidos, donde la IA está impulsada en gran medida por empresas privadas, el impulso de China a la IA está respaldado por el Estado, con financiación directa y apoyo estratégico a empresas como Baidu, Alibaba, Tencent y Huawei.


Apoyándose en el lado más oscuro de la IA, China también ha construido el estado de vigilancia impulsado por IA más avanzado del mundo, utilizando reconocimiento facial, vigilancia predictiva y calificación de crédito social para gestionar su población.


En un esfuerzo por asegurar el dominio regional, la investigación de IA de China está fuertemente integrada al desarrollo militar a través de su estrategia de “fusión civil-militar”, asegurando que los avances de IA en el sector civil beneficien rápidamente al Ejército Popular de Liberación (EPL).


En cambio, Estados Unidos no está a la altura. Su estrategia en materia de IA es competitiva, pero caótica. Históricamente, Estados Unidos ha sido el líder mundial en innovación en IA, gracias a sus universidades de clase mundial, a sus empresas tecnológicas líderes (Google, Microsoft, OpenAI) y a una cultura de emprendimiento. Sin embargo, a diferencia de China, Estados Unidos enfrenta desafíos para coordinar sus esfuerzos en materia de IA debido a su sistema económico descentralizado y a las limitaciones regulatorias.


Mientras que la carrera de la IA en China está gestionada por el gobierno, en Estados Unidos, la IA está impulsada principalmente por gigantes tecnológicos como OpenAI, Google DeepMind y Meta. Estas empresas priorizan las aplicaciones comerciales, pero han trabajado cada vez más con el Pentágono a través de proyectos como el Centro Conjunto de Inteligencia Artificial (JAIC).


Estados Unidos sigue luchando con la burocracia y la supervisión gubernamental. Se ve obstaculizado y obligado a equilibrar la innovación con preocupaciones éticas y de seguridad. China, por el contrario, impone políticas de inteligencia artificial con una aplicación desde arriba.


Por supuesto, el Pentágono reconoce la urgencia de la guerra con IA, pero las ineficiencias burocráticas y los debates éticos sobre las armas autónomas han ralentizado el progreso en comparación con la rápida integración de China.


Por esta razón, podemos esperar una carrera armamentista de IA sin reglas.


Con China y Estados Unidos acelerando el desarrollo de la IA, el mundo se dirige hacia una era peligrosa en la que podrían surgir conflictos impulsados por la IA con poca supervisión o regulación global.


Los sistemas de armas impulsados por inteligencia artificial que pueden tomar decisiones letales sin intervención humana aumentan el riesgo de una escalada accidental y de una guerra que escape al control humano.


La tecnología, que avanza cada vez más, se utiliza cada vez más en ciberataques, falsificaciones y guerras de información. Ambos países participan en operaciones encubiertas impulsadas por inteligencia artificial para manipular la opinión pública y perturbar a los adversarios.


El impulso para desarrollar una IA cada vez más sofisticada, incluida la inteligencia artificial general (IAG), seguramente conducirá a consecuencias no deseadas, desde inestabilidad económica hasta sistemas de IA que operan más allá de la comprensión humana.


Lo que se preguntan los expertos es: ¿se puede controlar la IA ?


La trayectoria actual es insostenible. La ausencia de regulaciones globales para la IA, combinada con tensiones geopolíticas crecientes, dará como resultado un conflicto catastrófico en materia de IA.


Pero hay soluciones.


Así como los tratados de armas nucleares ayudaron a prevenir una catástrofe de la Guerra Fría, China y Estados Unidos deben establecer acuerdos de IA para limitar el uso de armas autónomas y evitar una carrera armamentista de IA descontrolada.


La comunidad internacional debe trabajar en conjunto para establecer pautas éticas en materia de IA y presionar a China para que evite su uso indebido en guerras, campañas de vigilancia y desinformación. A nivel mundial, las naciones deben estar dispuestas a invertir en sistemas de seguridad para garantizar que la IA no se salga de control.


El tiempo avanza. La carrera por la inteligencia artificial entre China y Estados Unidos está tomando un rumbo peligroso. El mundo corre el riesgo de caer en una era de inestabilidad geopolítica impulsada por la inteligencia artificial si los líderes no toman la iniciativa. El momento de actuar es ahora, antes de que sea demasiado tarde.