Mientras salía de mi bloqueo de escritura, me topé con un artículo de noticias en Cointelegraph que ocuparía mi mente curiosa durante el resto de la semana.
Se informó que ICP México, en asociación con DitoBanx de El Salvador, está poniendo en marcha planes para implementar criptopagos con clave de cadena Bitcoin (ckBTC) en una universidad mexicana. En otras palabras, se lanzó un programa piloto que permitiría a los estudiantes utilizar ckBTC "como método de pago en las tiendas universitarias de Aguascalientes, México".
Al principio pensé que era Bitcoin (BTC), pero para aclarar mis dudas tuve que ampliar la pantalla de mi teléfono. Fue en este punto que me di cuenta de que no era Bitcoin, sino una versión innovadora del mismo que vivía en el Protocolo informático de Internet (ICP).
Como investigador, encontré que este era un tema interesante para explorar y decidí profundizar en la criptografía de clave de cadena, la base de ckBTC, en un intento por comprender su conexión con Bitcoin envuelto (wBTC).
En primer lugar, es importante señalar que la aparición de tokens envueltos ha presentado argumentos sólidos a favor de la comunicación entre cadenas de los sistemas blockchain, destacando sus desafíos y beneficios. Lo más importante es que ha demostrado que la interoperabilidad es un desafío clave que continúa obstaculizando el potencial disruptivo de la tecnología blockchain.
Los tokens envueltos se refieren a activos digitales que representan otra criptomoneda en una red blockchain diferente. En otras palabras, debido a la dificultad de la comunicación entre cadenas entre diferentes cadenas de bloques, una versión tokenizada de una criptomoneda se empaqueta para permitir su uso en otra cadena de bloques.
Imagine poder intercambiar Bitcoin en una plataforma basada en Ethereum. Tiene que haber un puente y una representación digital de Bitcoin, que es el wBTC, para que esto suceda, y este es un requisito básico para que pueda usarse en diferentes blockchains.
Ejemplos populares de tokens envueltos incluyen Wrapped Bitcoin (wBTC), Wrapped Ethereum (wETH), etc., que existen en otra cadena de bloques distinta de las redes Bitcoin y Ethereum y que comparten una paridad 1:1 con sus versiones originales.
Crear un token envuelto como una representación digital de otro activo en una cadena de bloques diferente generalmente implica bloquear la versión original en un contrato inteligente y crear una nueva versión (versión envuelta) en otra cadena de bloques para que pueda usarse en ella.
Lo más importante es que los tokens envueltos están respaldados por sus activos subyacentes u originales en una proporción de 1:1, lo que les permite ser ampliamente utilizados en diferentes protocolos de blockchain.
Crear una versión empaquetada o tokenizada de una criptomoneda en otra red blockchain ha sido una forma de aumentar la accesibilidad de los activos digitales.
Además, son esenciales para que las aplicaciones descentralizadas prosperen, lo que hace que sea conveniente prestarlas, pedir prestado e intercambiarlas mientras se opera en una cadena de bloques diferente.
Como representación digital de sus activos subyacentes en otra red blockchain, sirven como puente para diferentes protocolos y aumentan su liquidez para las actividades DeFi.
La construcción de un protocolo blockchain escalable y eficiente con enlace directo o comunicación entre cadenas sigue siendo un desafío crítico.
Si bien los tokens envueltos ofrecen un respiro a este problema persistente, enfrentan desafíos importantes, como la configuración compleja de los tokens, riesgos de contraparte, manipulación de precios, ataques cibernéticos, etc.
La criptografía Chain Key es la solución nativa de ICP al problema de interoperabilidad en la red Bitcoin desarrollada por el Internet Computer Protocol. Este enfoque permite que los contratos inteligentes de ck-BTC (Chain-Key Bitcoin) interactúen directamente con la cadena de bloques de Bitcoin manteniendo una paridad 1:1.
Busca arrojar luz sobre las limitaciones de los Bitcoins envueltos, que incluyen su dependencia de intermediarios. Generalmente, los tokens envueltos utilizan puentes para interactuar con los sistemas blockchain.
Si bien este método aumenta la accesibilidad de los activos digitales en los protocolos blockchain, a menudo es criticado por su potencial para introducir riesgos de contraparte y posibles vulnerabilidades.
Aprovechando la criptografía Chain-Key, el modelo ck-BTC se integra directamente en el protocolo Bitcoin para evitar depender de puentes o intermediarios.
La solución criptográfica Chain-Key desafía el modelo de interoperabilidad tradicional sobre el que se construyen muchos tokens envueltos al establecer una conexión directa entre la red Bitcoin y su versión envuelta (ckBTC), en contraste con la configuración de un Bitcoin envuelto (wBTC) en Ethereum. cadena de bloques.
Este modelo tiene un enorme potencial para alterar el modelo de interoperabilidad existente de Bitcoins envueltos y reducir los importantes riesgos asociados con ellos. Especialmente, puede ampliar enormemente la utilidad de Bitcoin en el espacio DeFi y generar funcionalidades adicionales.
Es seguro decir que la criptografía de clave de cadena representa un movimiento audaz para revolucionar la interoperabilidad de Bitcoin y el modelo existente de comunicación entre cadenas utilizado por los tokens envueltos.
La integración directa de ckBTC con la red Bitcoin y el hecho de que este modelo se esté probando en un piloto organizado en la Universidad de México resalta su potencial para mejorar la utilidad de Bitcoin en el ecosistema DeFi.